Eso que te cuesta superar, esa persona que no olvidas y no perdonas, esa caída que dolió y no sabes cómo olvidar, el desamor, la deslealtad… podrían mantenerte enfocado en el pasado sin darte cuenta.
Estar enfocado en el pasado, queriendo moverte hacia el futuro, es cómo manejar un carro viendo por el retrovisor. Claro que puedes manejarlo, pero sabes que irás muchísimo más lento o tendrás un accidente.
La pregunta es: ¿cómo quieres manejar por tu vida? Viendo por el retrovisor (una ventana pequeña) y perdiéndote todo lo que el mundo y el universo tienen para ti (parabrisas) o poner tu vista en todo lo que está enfrente y, de vez en cuando, ver atrás, y honrar tu pasado.